Los principios son bastante simples. Antes de implementar el entorno, los directores establecerán objetivos.
Estos podrán ser individuales o por equipo y tratarán sobre varios aspectos del oficio: cifra de negocio o número de leads detectados para los comerciales, artículos de blog colgados para un equipo de marketing, número de incidencias resueltas para un servicio posventa… Una vez definidos tales objetivos, comienza la competición.
Se puede marcar el camino con retos para ir superando las etapas obligatorias en el recorrido de su colaborador. Las insignias recompensarán a quienes estén más cerca de sus objetivos o motivarán a los rezagados. Estos son los grandes principios del CRM gamificado.